¿En qué consiste la reparación de refrigeradores?

La reparación de refrigeradores puede variar en función de la naturaleza del problema y del tipo de frigorífico que utilice. Estos son algunos pasos generales que los técnicos siguen cuando su frigorífico no funciona correctamente:

Comprobar el suministro eléctrico: Revisar que el frigorífico está enchufado correctamente y de que hay electricidad en la toma de corriente. Comprobar también si el interruptor de encendido y apagado está en la posición correcta.

Ajuste de la temperatura y del termostato: Ajustar el termostato a la temperatura recomendada. Si el frigorífico está demasiado caliente o demasiado frío, puede deberse a un ajuste incorrecto del termostato.

Limpieza del condensador: Con el tiempo, el polvo y los residuos pueden acumularse en las bobinas del condensador, que a menudo se encuentran cerca de la parte trasera del refrigerador. Para garantizar una disipación eficaz del calor, se deben limpiar.

Examinar la junta de la puerta: Comprobar que la junta de la puerta está en buen estado y encaja perfectamente. La nevera tendrá que trabajar más para mantener la temperatura adecuada si hay fugas de aire.

Descongelar: Podría ser necesario descongelar el congelador si se acumula demasiado hielo en su interior. Una cantidad excesiva de hielo podría reducir la eficiencia del frigorífico.

Examinar el ventilador del evaporador: La capacidad del frigorífico para dispersar el aire frío se verá comprometida si el ventilador del evaporador funciona mal. Busque cualquier obstáculo o daño en el ventilador.

Revisar el sensor de temperatura y el termostato: Dos piezas esenciales son el sensor de temperatura y el termostato. Si están defectuosos, pueden provocar problemas con la temperatura. 

Comprobar el compresor: El frigorífico no puede funcionar sin el compresor. Puede haber un problema con el compresor si el frigorífico no enfría correctamente o si se oyen ruidos extraños. 

¿Qué alimentos no deben refrigerarse?

Algunos alimentos no deben guardarse en el refrigerador porque pueden perder sabor, textura o calidad, aunque es un electrodoméstico necesario para mantener frescos muchos alimentos. He aquí algunos ejemplos:

Tomates: Refrigerar los tomates puede hacer que pierdan su textura y sabor. Se aconseja mantenerlos fuera del frigorífico hasta que estén maduros, momento en el que se pueden consumir.

Plátano: En el frigorífico, los plátanos pueden decolorarse porque el frío impide que maduren. Para mantener su frescura, puede conservarlos a temperatura ambiente y, si es necesario, refrigerarlos una vez maduros.

Ajo: En el frigorífico, el ajo puede crecer y desarrollar moho. Es mejor guardarlo en un tarro abierto en la despensa o en otro lugar fresco y seco.

Cebollas: En un ambiente húmedo, como el frigorífico, las cebollas pueden volverse blandas y mohosas. Guárdelas en un lugar seco y fresco, idealmente en una caja perforada o una bolsa de malla para que circule mucho el aire.

Papas: Cuando las papas se enfrían, pueden adquirir un sabor dulce. El mejor lugar para guardarlas es lejos de las cebollas, en una zona fresca y oscura.

Pan: El pan puede solidificarse más rápidamente en la nevera. Se recomienda guardar los alimentos a temperatura ambiente.

Aceite de oliva: Refrigerar el aceite de oliva puede hacer que se endurezca. Debe conservarse en un lugar fresco y oscuro.

Para garantizar la frescura y la seguridad de los alimentos, es fundamental seguir en todo momento las recomendaciones del fabricante y las pautas de conservación específicas de cada tipo de alimento.

Problemas comunes con su refrigerador

Dado que evita que los alimentos se deterioren y reduce el número de viajes que debe hacer a la tienda de comestibles, el refrigerador es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar. Sin embargo, estos pueden estropearse, ya que experimentan un desgaste diario, al igual que otros electrodomésticos.

Los problemas con su refrigerador son la razones más comunes para solicitar a un especialista en la reparación de refrigeradores, por ello, si persisten estos problemas que mencionaremos, no olvide contactar a uno:

No enfría

Es posible que su frigorífico deje de enfriar adecuadamente de vez en cuando. Este es uno de los problemas típicos, aunque a menudo puede solucionarse rápidamente. Debe comprobar los serpentines del condensador retirando el panel frontal inferior, si es necesario, o sacándolo. Normalmente, las bobinas del condensador se encuentran debajo de este electrodoméstico.

Ruidos inusuales

Debería estar familiarizado con el sonido que hace después de tenerlo durante tanto tiempo. Si observa algo extraño, lo más probable es que se trate de una avería o una señal de que algo negativo está a punto de ocurrir.

Lo más frecuente es que haya un problema con el ventilador. Después de apagar el aparato, compruebe que las aspas giran libremente y si descubre que no giran con facilidad, límpielas.

Otra posibilidad es que haya un objeto extraño tocando la nevera en la parte trasera o en la parte superior, que suene con la vibración. No espere a llamar a un especialista si el ruido persiste y le molesta.

No para de funcionar

Si el termostato está averiado, es posible que sea necesario recurrir a un técnico. Pero haga un esfuerzo para confirmar:

  • Que la instalación eléctrica está en buen estado. Si es necesario, pruebe con otro interruptor.
  • Que no hay una fuente de calor junto al refrigerador.
  • Que la temperatura no sea demasiado baja.

La comida en el frigorífico se congela

Aunque es bastante típico, esto no siempre es un defecto. Compruebe la temperatura y asegúrese de que sus alimentos están bien colocados y aléjelos del ventilador si están por debajo de los 4°C.

El freezer no funciona

Primero debe verificar la temperatura del termostato para asegurarse de que está por debajo de -10°C. Además, debe asegurarse de que las bobinas y los serpentines están en buen estado y que el equipo está bien separado de la pared, como se hace cuando el componente del frigorífico no funciona.

Lo más probable es que el compresor o el termostato tengan un problema. Entonces, debe llamar a un técnico si esta es la situación.

El dispensador de agua está roto

Un tubo bloqueado o congelado suele ser la causa más frecuente de avería. Compruebe si puede desmontar el equipo y soplarlo para asegurarse de que no está obstruido.

Una fuga de agua

Un desagüe de descongelación obstruido es la causa más frecuente. Como resultado, el hielo se acumula allí y, cuando se derrite, crea la "fuga". Busque la válvula en la parte trasera de su refrigerador. Si observa que está sucia o atascada, debe limpiarla. 

Fallas comunes en las lavadoras

No enciende

En estas situaciones, debe comprobar primero la toma de corriente. También es posible que el motor puede haberse sobrecalentado si la ha utilizado recientemente. La lavadora esperará hasta que se haya enfriado por precaución.

Falla en el arranque

Cuando pulsa el botón de "inicio" mientras está encendida y no ocurre nada.

Hay muchas causas diferentes: pueden ser problemas de saturación del filtro, baja tensión o fallo eléctrico. También puede deberse a que la puerta no se cierra correctamente, lo que impide que se inicie el programa de lavado. Por último, pero no por ello menos importante, una línea de entrada bloqueada que impide que el agua fluya.

El programa de lavado se detiene antes de terminar

Este error se produce cuando la lavadora deja de funcionar después de haber iniciado un ciclo de lavado. Lo más frecuente en estas situaciones es que haya un problema de agua, bien en el suministro de agua blanca o en las tuberías y/o filtros de salida. Este es uno de los peores problemas porque no puede abrir la puerta cuando tiene la ropa y el agua dentro.

Un exceso de prendas en el tambor podría ser otro factor. Las toallas grandes o las alfombras de baño tienden a pesar más que otras prendas húmedas, lo que interfiere con los sensores de la lavadora y hace que esta se apague. Además, un exceso de lavado puede sobrecargar el motor, haciendo que se apague y se enfríe.

También, la correa de transmisión puede ser ocasionalmente un problema. Para averiguarlo, basta con que gire el tambor después de retirar la ropa. Si no hay resistencia, lo más probable es que la correa sea la culpable.

Otros factores podrían estar en el motor o la bomba. Por ejemplo, si el sistema de calentamiento del agua está estropeado, la lavadora se detiene con frecuencia en mitad de su ciclo.

Centrifugado incorrecto

En esta situación, lo más probable es que el problema sea el tambor o la bomba de la lavadora. Se pueden detectar ruidos extraños, vibraciones, falta de velocidad, etc. La ropa siempre está saturada, lo que supone el mismo resultado.

La lavadora sigue teniendo agua dentro después del lavado

La causa más frecuente de este fallo es la obstrucción de los tubos de desagüe y de los filtros. Además, dependiendo del tiempo que lleve la lavadora en uso, puede haber problemas con el motor o la bomba y descubrir que ya no es capaz de eliminar el agua de la ropa con la misma eficacia que antes. En este último caso, la cantidad de agua utilizada al final del lavado aumentaría gradualmente durante varios meses. Si este problema persiste de un día para otro, la causa más probable sería una bomba obstruida o que funciona mal.

No lava bien

En primer lugar, asegúrese de que las bandejas de detergente y/o suavizante estén libres de obstrucciones. Si es así, está lavando sin detergente, en cuyo caso es típico que la ropa no salga limpia. Puede que haya elegido el programa incorrecto o que haya sobrecargado la lavadora, que es otra causa muy típica. En consecuencia, sus lavados son bastante ineficaces. Puede creer que está "ahorrando", pero lo único que gana realmente es tener que hacer un nuevo lavado.

A veces, este fallo también puede atribuirse a un sistema de desagüe deficiente.

Ruido irracional

Usted lo percibe constantemente. Si su lavadora ha empezado a vibrar o a hacer ruidos que antes no hacía, lo más frecuente es que el filtro, el desagüe, el tambor o los rodamientos sean los culpables.